Higiene facial profesional
Estar resplandeciente en toda circunstancia y en cualquier momento, es un deseo de toda mujer. Por lo que cuidar tu piel es de vital importancia. En efecto, diariamente se acumulan sobre nuestra piel gran cantidad de impurezas, volviéndola frágil frente a todo tipo de agresiones. La higiene facial profesional resulta así ser el primer paso indispensable para tener una piel resplandeciente y joven
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| Higiene facial profesional |
Una higiene
facial profesional tiene por objetivo sanear, limpiar y
mejorar el aspecto general de la piel, eliminando las células muertas y las
impurezas que se adhieren a nuestra piel e impiden la oxigenación de los
tejidos y la correcta renovación celular.
La higiene facial o limpieza de cutis, se realiza en unos 60 minutos
aproximadamente dependiendo del tipo de piel y comprende los siguientes pasos:
Limpiar/desmaquillar: se desmaquillan primero
ojos y labios con el producto destinado a ello y seguidamente se aplica una
leche limpiadora o emulsión por todo el rostro y cuello y se retira con
esponjitas o con unos kleenex dependiendo de los centros. En esta fase la
esteticista realiza el diagnóstico de tu piel para poder tratarla con los
productos adecuados en los siguientes pasos.
Tonificar: se completa el
desmaquillado con una loción o tónico indicado para el tipo de piel a tratar rociado
con un spray.
La exfoliación: se puede realizar con
peeling químico (enzimático, glicólico) en ese caso se deja actuar el producto
unos minutos y con una gasa estéril se procede a arrastrar las impurezas y
células muertas. Otra opción de peeling que se realiza a menudo, es el peeling
mecánico (scrub, gommage), contiene unos gránulos que permiten arrastrar la
suciedad y favorecen la eliminación de las células muertas facilitando así la
penetración de los productos de tratamiento posteriores.
El brossage: es un paso opcional. Se
realiza antes o después del peeling
dependiendo del peeling utilizado (antes del peeling químico y después del
peeling mecánico) y consiste en limpiar la piel con un cepillo especial
empapado en espuma limpiadora realizando suaves movimiento circulares.
Vaporización
ozono: con el vapor tibio aumenta la temperatura local,
activando el riego sanguíneo y el funcionamiento de las glándulas sebáceas y
sudoríparas, dilata los folículos pilo-sebáceos, por lo que facilita la
eliminación de toxinas e impurezas, simplifica la posterior extracción de
comedones y ayuda a la penetración de los cosméticos que van a ser aplicados posteriormente. Además el ozono tienes dos importantes
propiedades: oxigenación (aumenta la oxigenación tisular) y oxidación (efecto
bactericida y germicida).
Extracción: se realiza con gasas y/o
quita comedones sin dañar la piel y se termina aplicando una loción suave descongestionante.
Masaje facial: se realiza con la crema
adecuada al tipo de piel y dependiendo de las necesidades de la piel del
rostro, la esteticista optará por maniobras tonificantes y energéticas o pases
más suaves finalizando siempre con un suave
drenaje facial. El masaje suele durar de 10 a 20 minutos dependiendo del tipo
de piel.
Mascarilla: se aplicará una mascarilla adecuada para el tipo y las necesidades de la piel que se está tratando. La mascarilla se deja actuar entre
10 y 20 minutos y se retira con esponjitas húmedas o toallas calientes y se finaliza con una loción.
Finalización y Protección: para finalizar
la higiene facial se aplica una crema hidratante con protección solar.
Los beneficios de la higiene facial se aprecian desde
el primer momento, y se incrementan con los cuidados diarios y la
aplicación de las cremas habituales que penetran con más eficacia.
La frecuencia aconsejada para este tipo de
tratamiento depende de las indicaciones de tu esteticista. En pieles grasas y
con problemas de acné es conveniente realizar una limpieza semanal que se irá
espaciando conforme se vaya regulando el exceso de sebo.
Por lo general para
todo tipo de piel, se recomienda una limpieza de cutis básica al mes para
mantener una piel sana y favorecer la renovación celular.
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